La cama la pones donde tú quieres. Un día frente al mar, otro día rodeada de dunas, al siguiente cerca de un volcán... Y siempre siempre, bajo un gran manto de estrellas.
transporte
No hace falta contratar excursiones. Nadie te tiene que llevar. Puedes parar donde y cuando quieras llevando todo lo que puedas necesitar contigo en todo momento.
restaurante
¿Y si estás en medio de la nada y te apetece un café o un plato de pasta? Pues nada, te lo haces. El restaurante va contigo y siempre te va a tocar la mejor mesa sin necesidad de reservar.